EL GAS CANALIZADO Y LA NATALIDAD

En el gracejo popular de los distintos países, no es raro encontrar profesiones asociadas a la infidelidad de las amas de casa y, en consecuencia, a la paternidad de algunos bebés: en Inglaterra es el lechero, en Estados Unidos, el cartero, y en España siempre ha sido el butanero.

Varios ejemplares de Butanerus Hispánicus

Pero esta fuente de hijos ilegítimos se ha encontrado, en las últimas décadas, con un fuerte obstáculo: la canalización del gas natural.

En efecto, desde que se inició el desarrollo de las redes de distribución de gas natural, los butaneros han ido perdiendo peso en la economía y, en consecuencia, se han reducido las posibilidades de infidelidades mañaneras de las amas de casa.

Veámoslo en cifras. El siguiente gráfico muestra la evolución de la red de transporte y distribución de gas canalizado.

Longitud de la red de transporte y distribución de gas canalizado (km)

Se observa que, a partir de los años 80, la red de gas canalizado se expande rápidamente hasta el año 2010. A partir de esa fecha, en la que ya se ha dotado de gas a la mayoría de los hogares de las grandes ciudades del país, el crecimiento de la red es mucho más contenido.

El siguiente gráfico muestra la evolución del número de puntos de suministro (principalmente hogares).

Número de puntos de suministro de gas natural

¿Y qué efecto tuvo esto en la natalidad? A mayor extensión de la red de gas canalizado, menor número de butaneros y, en consecuencia, menos nacimientos no previstos.

Como puede verse en el siguiente gráfico, la natalidad tuvo un descenso pronunciado durante los años 80 y buena parte de los 90 entre las españolas (tasa de natalidad de mujeres de nacionalidad española).

Evolución de la tasa de natalidad entre españolas

En la primera parte de la gráfica, parece clara la relación inversa entre la extensión de la red canalizada y la tasa de natalidad en España o, si se quiere ver de otra forma, la relación entre el número de butaneros y la tasa de natalidad.

Pero a finales de los 90, la natalidad experimenta un ligero repunte a pesar de que la red de gas canalizado sigue creciendo. Las causas de repunte hay que buscarlas en un fenómeno constatado en el mercado laboral: la entrada en el colectivo de un número significativo de butaneros ucranianos. Hombres jóvenes, fuertes y, en muchos casos, más atractivos que los tradicionales butaneros hispánicos.

Butanero ucraniano (Butanerus Ukranianis)

Aún sin datos precisos del colectivo de butaneros ucranianos, el siguiente gráfico muestra la evolución de los ucranianos residentes en España con permiso de trabajo durante los últimos años.



Se observa los importantes crecimientos de población ucraniana entre 1999 y 2009, coincidiendo con el repunte de la natalidad durante esa década.

La crisis del 2008 se deja notar tanto en la afluencia de ucranianos (y por tanto de potenciales butaneros jóvenes y fuertes) como en el índice de natalidad que ha recuperado la tendencia descendiente de los 80 y buena parte de los 90.

Así que está claro: la relación entre el número de butaneros (y/o las cualidades físicas de los mismos) y los índices de natalidad en España es innegable. Por tanto, si queremos impulsar de nuevo los índices de natalidad, la solución pasa por tener más butaneros buenorros.

Ejemplar magnífico de Butanerus Hispánicus


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